Después de mucho deliberar, nuestro viaje fue a México, en concreto al suroeste de Cancún.
Tuvimos la suerte de contar con el asesoramiento y buen hacer de Lydia Magdalena, la cual está al frente de viajes Chelyan.
Nos informó y nos tramitó todo lo necesario para que nuestra luna de miel fuera perfecta. Y así fue: PERFECTA e INCREÍBLE.
Estuvimos hospedados en el Gran Palladium, hotel de ensueño cuya suite nupcial te quitaba el hipo, así como sus jardines, piscinas, playas y la atención excepcional del personal de servicio del mismo.
Realizamos varias excursiones por las ruinas mayas, entre las que destacamos el Chichén Itzá por su grandeza arquitectónica, curiosidad del calendario y sus cenotes; Tulum por su importancia histórica y bellos paisajes; Cobá por ser la única pirámide que a día de hoy se puede todavía subir y bajar a pie; y Scartet, entre otros, por todas las aventuras que puedes vivir.
En definitiva, un viaje para el recuerdo que no conoce la palabra olvido.
Una viaje que cada día recordamos en nuestra retina.
Solo podemos decir, que la despedida fue un hasta luego puesto que pensamos volver.